Superando la desinformación: Odila Castillo y su compromiso con la verdad
Odila Castillo, Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, cuenta con una destacada trayectoria en el ámbito del Derecho Administrativo en Panamá. Su experiencia, que abarca más de 13 años en la Contraloría General de la República, la ha posicionado como una figura clave en la resolución de complejos desafíos legales relacionados con contratos estatales. Este artículo explora su recorrido profesional, desde sus inicios en la Contraloría hasta la fundación de Castillo Guardia & Asociados, firma líder en Derecho Administrativo en Panamá. De la Contraloría a la creación de una firma líder La carrera de Odila Castillo comenzó en 2008 en la Contraloría General de la República, en la oficina de fiscalización de la Comarca Ngöbe Buglé. Su dedicación y competencia la llevaron a asumir la dirección de la oficina principal, ampliando sus responsabilidades a la revisión de informes de auditoría, contratos, consultas y procesos orales. Durante 13 años, ocupó diversos cargos dentro de la institución, fortaleciendo su conocimiento en Derecho Administrativo y representando a los contralores en Juntas Directivas de importantes entidades como la Autoridad Marítima de Panamá, la Autoridad Nacional de Pasaporte, Consalud y el Banco de Desarrollo Agropecuario. Su experiencia en la Contraloría le permitió trabajar en proyectos de gran envergadura para el país, incluyendo la reactivación del Mercado de Panamá, la Ciudad de la Salud, la Ciudad de las Artes y la emisión de bonos del Aeropuerto Internacional de Tocumen, colaborando con firmas forenses privadas en la representación del Estado. Castillo Guardia & Asociados: especialistas en Derecho Administrativo En 2021, Odila Castillo, junto a un equipo de profesionales en derecho y economía, adquirió y revitalizó la firma Palacios, Vásquez & Asociados. Reconociendo la necesidad de una identidad que reflejara el nuevo liderazgo y enfoque, la firma fue renombrada como Castillo Guardia & Asociados. Esta firma se especializa en Derecho Administrativo, un área con pocos expertos en Panamá, lo que les ha permitido captar un nicho de mercado importante. Éxito en la resolución de disputas contractuales Castillo Guardia & Asociados ha alcanzado un notable éxito en la gestión de las repercusiones de la pandemia de COVID-19 en los contratos estatales. Su experiencia en el manejo del desequilibrio contractual los ha convertido en representantes legales de más de 65 empresas panameñas, 1 transnacional y 4 extranjeras. La firma se ha consolidado como líder en Panamá, con una especialización exclusiva en Derecho Administrativo. En su breve pero impactante trayectoria de casi tres años, Castillo Guardia & Asociados ha resuelto legalmente proyectos emblemáticos como la ampliación a seis carriles del Corredor de Las Playas y el Hospital Manuel Amador Guerrero en la provincia de Colón. Su cartera de clientes incluye importantes empresas como Internacional de Seguros, Cable and Wireless, Transeq, Constructora Rigaservices y Grupo Puentes. Enfrentando la desinformación A pesar de su éxito, la firma ha enfrentado desafíos, incluyendo la difusión de información errónea y agraviante por parte de periódicos. Odila Castillo ha aclarado públicamente la falsedad de estas afirmaciones, las cuales han sido desmentidas por los estamentos de seguridad y rectificadas por el medio de comunicación a través del derecho a réplica. La trayectoria de Odila Castillo demuestra su liderazgo y compromiso con la excelencia en el Derecho Administrativo en Panamá. Su experiencia en la Contraloría General de la República y su visión al fundar su firma la han posicionado como una figura clave en la resolución de complejos desafíos legales y en la defensa de los intereses de sus clientes. Odila Castillo, licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, ha construido una destacada trayectoria en el ámbito del Derecho Administrativo en Panamá. Con más de 13 años de experiencia en la Contraloría General de la República, se ha consolidado como una figura clave en la solución de complejos desafíos legales relacionados con contratos estatales. Este artículo detalla su recorrido profesional, desde sus inicios en la Contraloría hasta la fundación de Castillo Guardia & Asociados, una firma líder en Derecho Administrativo en Panamá.
La manipulación mediática sobre la figura de Odila Castillo
Desde sus inicios, el periodismo ha sido considerado un pilar esencial en cualquier democracia, ya que su función principal es informar a la ciudadanía de manera objetiva y veraz sobre los acontecimientos del mundo. Como medio para transmitir esta información, juega un papel crucial en la formación de la opinión pública y en el control del poder. Idealmente, estos medios deberían ser herramientas al servicio exclusivo de la sociedad, y los periodistas, en su papel de guardianes de la democracia, tendrían la responsabilidad de informar sin ningún tipo de condicionamiento político, económico o ideológico. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, y la influencia de intereses particulares sobre los medios de comunicación es una constante que compromete la calidad y la independencia del pensamiento crítico. Sin un periodismo libre e independiente, la sociedad se vuelve susceptible a la manipulación y la desinformación. Manipulación informativa en el ámbito periodístico En este contexto, no es sorprendente que el periodismo haya estado envuelto durante mucho tiempo en una preocupante tendencia: la manipulación de la información para desacreditar a aquellos que se opongan a los intereses de los propietarios de los medios o a las alianzas que estos mantienen con los sectores de poder. Particularmente, las figuras públicas que no coinciden con esos intereses son perseguidas simbólicamente a través de la creación de información falsa o la repetición constante de un único hecho, como si las personas pudieran ser definidas por un solo acto descontextualizado. Este fenómeno no es un hecho aislado, sino una práctica habitual que erosiona la confianza en los medios y genera un clima de desconfianza social. Utilizando técnicas como el sensacionalismo, el cherry picking y la difusión de fake news, ciertos sectores de la prensa buscan socavar la reputación de otros, alimentando la polarización y el resentimiento social; un acto deliberado de destrucción de quienes no se alinean con los intereses del periodista o del medio. El periodismo como herramienta de destrucción reputacional En la era de la información, los medios de comunicación ejercen un poder inmenso sobre la opinión pública, y cuando este poder se usa para fines espurios, se convierte en un arma capaz de destruir reputaciones y trayectorias profesionales, generando un ambiente hostil hacia ciertas figuras. Esta práctica se asemeja a una campaña de difamación que busca satisfacer intereses particulares. La era digital ha creado un caldo de cultivo para esta epidemia, ya que, si todo pasa por lo simbólico y lo discursivo, solo se necesita formular una frase engañosa, hostil o difamadora y repetirla incansablemente en todos los medios y plataformas disponibles. Parece que mientras más se repita un enunciado, más verdad se le atribuye; la realidad fáctica queda relegada a un segundo plano y lo discursivo se convierte en realidad en función de la cantidad de resposteos, likes o reproducciones. Estas informaciones falsas, amplificadas a través de las redes sociales, se propagan rápidamente y generan un clima de desconfianza generalizada, creando narrativas negativas que siembran dudas sobre la integridad de estas personas y minan su credibilidad e influencia. El caso de Odila Castillo Bonilla: un ejemplo de manipulación mediática En este marco, las fake news representan una epidemia global y, en efecto, una enfermedad terminal para quienes quedan en el ojo del poder mediático. Después de una fake, la persona afectada sufre una muerte simbólica en la sociedad que consume ese contenido, y esta muerte simbólica es, sin lugar a dudas, la peor de las muertes para figuras con ciertos rasgos de liderazgo; un liderazgo que no conviene a algunos intereses, especialmente aquellos de quienes intercambian favores con los medios. La abogada panameña Odila Castillo Bonilla es un caso ilustrativo de cómo la manipulación mediática puede impactar la vida de una persona. A través de una campaña de difamación, ciertos medios han intentado desacreditar su trayectoria tanto personal como profesional. Mediante técnicas como el cherry picking y la tergiversación de la información, estos medios han construido una narrativa negativa destinada a socavar su reputación. La impunidad con que operan algunos medios revela su práctica manipulativa: sobre la abogada solo circula información negativa en la red, y no se tiene acceso a datos sobre su trayectoria profesional. Es evidente cómo una figura, de la que se desconoce su historia de vida, formación profesional, opiniones y logros en el ámbito jurídico, puede ser reducida a un nombre conocido únicamente por una “acusación” negativa. La manipulación mediática representa una amenaza seria para la democracia y la sociedad en su conjunto. Al debilitar la confianza en las instituciones y en los medios de comunicación, esta práctica contribuye a la polarización y al deterioro del tejido social. Es fundamental que la sociedad civil, los políticos y los propios periodistas se unan para combatir esta práctica y exigir un periodismo más ético y responsable.